sábado, 31 de mayo de 2014

HISTORIA Y CULTO DE LA ADVOCACIÓN AREQUIPEÑA NUESTRA SEÑORA DEL CONSUELO

 

                                                                                              José Antonio Benito Rodríguez

                                                                                              Director del CEPAC-UCSS, Lima

SUMARIO

1. Introducción: Consuelo y desconsuelo en torno a un puente inconcluso

2. Orígenes de su culto

3. Una cofradía popular

4. Patrona de la Municipalidad

5. Nuestra Señora del Contentillo. Favores y gracias

6. La colaboración de la familia Goyeneche Rada

7. La celebración de la novena

8. Conclusión

9. Archivos. Bibliografía

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  1. Introducción: Consuelo y desconsuelo en torno a un puente inconcluso

 

Gracias al nuevo puente que se pretendía construir en 1998 sobre el río Chili, empalmando con la calle Consuelo, el nombre y, quizá también, la advocación cobraban cierta actualidad. Han pasado 15 años y el que iba a ser el mejor puente –de ahí el nombre oficial del héroe José Abelardo Quiñones aunque popularmente le llaman "puente Consuelo"- sigue inconcluso.

A pesar de ser la imagen religiosa más antigua de Arequipa de la que tenemos datos precisos, 1586, y de ser declarada patrona de la Municipalidad por sus grandes favores; a pesar de que en 1912 el mejor hospital sudamericano de entonces –el Goyeneche- recibiese el nombre de "Hospital de Nuestra Señora del Consuelo", y fuese apadrinado por el Papa san Pío X; a pesar de todo, la devoción a Nuestra Señora del Consuelo o Virgen del Contentillo ha decaído bastante.

Sin embargo, todavía en 1996, un boletín mercedario nos da cuenta de las rogativas a Nuestra Señora del Consuelo ante la pertinaz sequía:

"Cumpliendo con lo dispuesto por el Señor Arzobispo, se elevaron preces a la Santísima Virgen del Consuelo, que se venera en este templo y a nivel arquidiocesano, implorando lluvias ya que la sequía amenazaba con hacer estragos en esta ciudad. Para el efecto se le bajó del altar de Nuestro Padre y se cumplieron con dichas preces. Como dato, la calle adyacente al templo lleva el nombre de "Consuelo", precisamente en honor a dicha imagen[1]".

Han sido miles, cientos de miles, los arequipeños que a lo largo de más de 400 años han rendido culto a esta entrañable advocación mariana, que ganó el afecto de la Ciudad Blanca por las señaladas gracias, especialmente en momentos de sequías o riadas. Su mismo nombre de "Consuelo", la pequeñez de su porte, la acción decidida de los PP. Mercedarios, la veneración de toda la familia Goyeneche, el dinamismo de su cofradía, estimularon la devoción popular a María en el misterio de su Presentación, hasta llegar a sentir con su presencia lo que predicase en 1834 Fr. Lucas Barranco, comendador del convento y obispo de Arequipa en 1866: "María, por una dignación especial fijó su morada en Arequipa para bien de sus habitadores".

En el presente artículo, sintetizo y actualizo la publicación de mi librito[2], donde brindé información sobre la génesis y el desarrollo histórico de su culto, la formación de la cofradía, la vinculación con la Municipalidad y el pueblo fiel, los favores recibidos, textos de la novena y de los sermones... En definitiva, un fragmento vivo y pujante de la historia religiosa de Arequipa, en la que se hace evidente la veneración tierna y confiada del pueblo mistiano hacia la Mamita del Consuelo. No está de más recordar que a escasos metros, en la huerta de los PP. Mercedarios, nació la santa de Arequipa, sor Ana de los Ángeles quien, sin duda, fue una de las beneficiadas de su materna protección.

La devoción a María está presente en las costumbres de los arequipeños: rezo del Ángelus, el Rosario en familia, el hecho de haberse fundado la Ciudad Blanca el 15 de agosto, fiesta de la Asunción; en casi todas las iglesias se tributa culto a alguna advocación mariana: la Asunción en la Catedral, con una cofradía que data de 1563; en la Merced, La Portera y Nuestra Señora del Consuelo; en la Recoleta, La Napolitana, hermosa efigie de La Dolorosa; en Santa Marta, la Virgen de la Cueva Santa; en la Compañía, La Candelaria o La Chiquita, donada a los jesuitas en 1598 por D. Juan Ramírez Segarra Casos; en San Francisco, la Inmaculada; en Santo Domingo, Nuestra Señora del Rosario; en Miraflores, Nuestra Señora de Alta Gracia...y las modernas parroquias dedicadas a Fátima, Corazón Inmaculado de María, Lourdes...Lo mismo sucede con los santuarios, Chapi, Cayma, Characato, Quilca, Nuestra Señora de las Peñas de Aplao, La Virgen del Buen Paso de Caravelí, La Virgen de Yato en Castilla, Nuestra Señora de Uñón en Viraco, Nuestra Señora de Las Nieves... Veamos la génesis, trayectoria y memoria de la más entrañable y antigua, la del Consuelo.

 

2. Orígenes de su culto

Su historia hunde sus raíces en la secular trayectoria del convento, presente en la Blanca Ciudad desde los primeros momentos de la fundación de Arequipa. El célebre Deán Valdivia, que vivió en el Convento durante diez años, de 1816 a 1826, nos ofrece los siguientes datos en su obra "Fragmentos para la historia de Arequipa":

 

En el mismo templo se venera una imagen pequeña de escultura de la Presentación, que se le llama de la Consuelo. Fue traída de España y no hemos podido ver la parte histórica de su colocación: sólo consta que el V. P. Fr. Francisco Obregón acreditó mucho con sus predicaciones el culto del Consuelo, y los fieles han tenido tanta confianza en esta imagen que en la carestía de lluvias o exceso de ellas han ocurrido a su protección, consiguiendo casi siempre sus deseos, hasta que las experiencias repetidas, la hizo denominar N.S. del Contentillo[3].

 

Otro mercedario de excepción que ha hurgado en todos los archivos mercedarios de Europa y de América y, por supuesto, en el suyo propio de Arequipa, P. Víctor M. Barriga, nos permite ver "la parte histórica" desconocida por el Deán Valdivia, pues se da testimonio el 9 de abril de 1586:

 

De la imagen de la Virgen del Consuelo o de Consolación venerada en el pueblo de Utrera cercano a la ciudad de Sevilla, se hace una semejante para el templo de la Merced de Arequipa y lo que ocurrió en el Puerto de Sechura al traerla en el navío san Juan de Antona[4].

 

El P. Barriga cita al investigador argentino José Torres Revello, quien en un artículo publicado en "Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas" extracta el contrato estipulado en Sevilla por Jerónimo Sierra Figueroa, vecino de Arequipa, con el escultor Gaspar del Águila y el pintor Diego de Campo, para hacer esta imagen y las de san José y san Juan Bautista, posiblemente también para la Merced por ser el último el titular de la Iglesia.

 

El P. Francisco Obregón, comendador del convento, el 10 de abril del mismo año, ante el Escribano real público Antonio de Herrera y ante todos los capitulares del Convento, da testimonio de que la imagen de la Virgen del Consuelo se trajo de España, "a similitud de Nuestra Señora de la Consolación del pueblo de Utrera, término de la ciudad de Sevilla" y que por milagros evidentes se había ganado la popularidad de los fieles. En concreto cita el que con mojarse toda la ropa que en el navío "San Juan de Antona", en el puerto de Sechura, donde vino la imagen y cómo pese a haber estado debajo de las aguas del mar no sufrió ningún daño ni maltrato, sino que salió "ilesa" y sin ningún desperfecto de la catástrofe". En la primera manda se juntaron hasta 1.500 y cada día van mandando más cantidad de plata para el adorno y lo necesario de la cofradía y el culto. Movidos por este celo los hermanos veinte y cuatros pidieron sitio para "hacer capilla y sacristía y hospedería para novenas y lo necesario".

 

Se le daría un terreno baldío, en el cementerio delante de la puerta principal, pudiéndosele dar el arco primero junto al arco toral saliendo de la capilla mayor a la mano izquierda. Todos los padres están de acuerdo pues auguran un gran beneficio material y espiritual para el convento. El P. Provincial, Fr. Martín Blanco, da permiso. Entre los primeros devotos y propagadores de la devoción a la Virgen del Consuelo se cuentan don Francisco, don Luis y don Hernando de Almont, familiares del P. Fr. Francisco de Obregón; para ellos y sus descendientes pidieron ser enterrados en el templo delante del Altar del Consuelo, y en su propiedad de las Lomas de Challascapa, cerca de Mejía, instituyeron un censo para que anualmente se colaborase con cierta cantidad de aceite para la lámpara de ese altar[5].

 

El pionero de los historiadores mistianos, Travada, nos informa que el Padre mercedario Obregón "se decía tener muy frecuentes coloquios con una imagen muy milagrosa con título de Nuestra Señora de la Consolación que es el propiciatorio a quien ocurre la ciudad en todas sus necesidades[6]" La fiesta se celebra el 21 de noviembre en toda la iglesia. Un moderno "año cristiano" nos la describe con sencillez. :

 

  1. Una cofradía popular

 

El 16 de abril de 1586, el Cabildo de la ciudad de Arequipa, anota en sus actas que trató con el Señor Juez y Vicario, Licenciado Matamoros, sobre la erección y fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de Consolación, otorgando licencia para su creación y fundación[7]. El Cabildo de 6 de octubre de 1589 ordena que "se hagan procesiones de sangre en esta ciudad por la salud del pueblo y se saque en procesión a Nuestra Señora de la Consolación y se comunique con el vicario y prelados del pueblo y cometióse en don Melchor Dávalos, Alguacil Mayor y a Hernando de la Torre para que lo trate y tramite[8]".

 

En 1598, el 3 de mayo, se halla un acuerdo del Ayuntamiento sobre el Patronato de la cofradía del Consuelo. Por el relato del soldado Pedro de Vivar, presente en Arequipa en el año 1600 y testigo del terremoto que asoló a la ciudad, podemos hacernos una idea de la popularidad que gozaba la imagen:

 

(El sábado) hicieron una novena de misas cantadas los religiosos de Nuestra Señora de la Merced a la imagen santísima de de Nuestra Señora de la Consolación que es de grandísima devoción en aquella ciudad y milagrosa; la cual tenían en un convento de san Francisco[9] y luego se comenzaron a conocer las mercedes que recibía por su intercesión de Dios Nuestro Señor [...] Toda la ciudad hacía juntamente grandes novenas a esta Santísima Virgen y a la gloriosa Santa Marta y aclaró[10]".

 

Muy parecidas resultan las versiones ofrecidas por Fray Martín de Murúa en su capítulo 22 del libro tercero de su crónica al hablar del mismo terremoto:

 

"El jueves no llovió ceniza e hizo el día claro, y la noche en que se vieron la luna y las estrellas. El viernes amaneció nublado, obscuro, y a las ocho del día se cerró más y comenzó a llover ceniza, y este día tembló la tierra muy recio, y la ciudad vino al convento de Nuestra Señora de las Mercedes a pedir la imagen de Nuestra Señora de la Consolación, que es de gran devoción y que ha resplandecido con milagros, y esta tarde, juntas las religiones y el común del pueblo, la llevaron con toda la decencia posible a la iglesia mayor por nueve días, y hubo sermón en ella".

 

Así lo narra en 1600 el andariego monje jerónimo Fray Diego de Ocaña[11]:

 

"El viernes siguiente fue el día nubloso, de suerte que no pareció parte ninguna del cielo claridad alguna; y llovió tierra muy menuda. Hízose este día una procesión general, pero no de sangre, desde la iglesia mayor a nuestra Señora de las Mercedes. Llevaron en esta procesión la imagen devotísima de Nuestra Señora de la Consolación [...] El sábado siguiente [...] se sacó la imagen devotísima de nuestra Señora de la Consolación, y la de sancta Marta, que la tiene la ciudad por abogada de los temblores […] Y así estuvieron todos allí cercados de Madre y de Hijo[…]Después llevaron a San Francisco el Santísimo Sacramento y la imagen de Nuestra Señora y de Santa Marta con mucho trabajo por no poder ya andar, hasta la cinta, en la ceniza de la calles; y lleváronse allí por ser iglesia de cantería y fuerte" (324-325)"

 

El Cabildo de la Municipalidad de Arequipa, de 21 de febrero de 1630, da cuenta de que esta advocación iba creciendo en el fervor de los fieles:

 

"En este cabildo se acordó que se haga una rogativa a Nuestra Señora de Consolación porque dé buen temporal y agua en esta ciudad y que se vaya a pedir al Convento de la Merced la imagen y se traiga a la Iglesia Mayor el domingo que viene veinte y cuatro del presente mes y que los dos alcaldes ordinarios para dar limosna para cerca con que se ha de alumbrar y que si no hubiese bastante cantidad para alumbrar la imagen con la decencia debida se gaste lo necesario en cera de los propios de la ciudad y que los susodichos alcaldes y Alonso de Salazar regidor pidan la dicha imagen; y que en cuanto al gasto de la cerca acudan a Pedro Suárez de Torres que haga el gasto, con cuenta y razón".

 

R. Vargas Ugarte ha exhumado un documento del Archivo Capitular de Arequipa por el que nos da a conocer que la Hermandad o Cofradía fue aprobada por el Obispo Monseñor Antonio de León el 30 de enero de 1688[12].

 

Uno de los impulsores de la Cofradía fue doña Ana de Abril. Hija de don Pedro de Abril y Arnedo y de doña Isabel de Silva, instituyó la dotación de una misa cantada semanal todos los martes del año en el altar de la Virgen del Consuelo en sufragio de su alma y la de sus padres y hermanos. Al efecto dejó una Viña en el Valle de Majes, situada en el pago de san Pedro de Aplao, colindante por arriba con los terrenos que había comprado a los herederos de su tía doña Gregoria de Silva, por abajo con la hacienda de viña de los herederos del General don Juan Antonio de Marques, caballero de la Orden de Calatrava, callejón por medio, por un costado con la viña de los herederos del General don José Carassa y casas de los curas de dicho valle, y por el otro con el Río y sus montes. Tales son los términos de la escritura otorgada el 12 de julio de 1754, ante el escribano Bernardo de Tapia. En una Relación del Obispado de Arequipa de 1756[13]se menciona su fiesta, junto a la restricción de alcanzar solamente a los españoles:

 

"Hay otra imagen en los Mercedarios, con título de la Consoladora, cuya fiesta se celebra el 21 de noviembre, cuyo día hice el año pasado de fiesta para el asunto de oír misa, sólo a los españoles y no a los indios".

 

Su culto fue creciendo en popularidad ya que en 1759, se juró por fiesta en la ciudad el 21 de noviembre, fiesta de la Presentación de Nuestra Señora, y se mandó observar por el Sr. Obispo D. Jacinto Aguado y Chacón por decreto del 20 de noviembre de 1759. El 27 de octubre del mismo año, el Regidor perpetuo, D. José Gabriel de Benavente y Moscoso, le había pedido esta gracia, exigiéndole el Prelado que le mostrase la renta con que había de costear la fiesta, petición ratificada de igual modo por el Cabildo de 17 de noviembre a través de su Procurador General. Como la obligación de "oír misa" tan sólo se extendía a los españoles que habitaban de este lado del puente, los labradores pidieron que comprendiera también a los que habitaban de la otra parte, petición concedida por el obispo el 28 de julio de 1760.

 

El 1 de mayo de 1780 se reunieron los mayordomos veinticuatros que componían la Juntad Directiva de la obra pía "Nuestra Señora de la Consolación" bajo la presidencia del P. Fr. Nicolás Leyzeca, quienes viendo la conveniencia de "establecer las constituciones y seguridades que sirviendo de reglas perpetúen obra tan del agrado de su Divina majestad para lo que unánimes y conformes acordaron" redactar unas constituciones o estatutos cuyo contenido fundamental es el siguiente:

- Responsabilizarse del cargo de dos misas todos los martes del año.

- Una misa cantada y otra rezada, así como los sermones de las ferias de cuaresma.

- Con lo sobrante de lo dedicado al culto de Nuestra Señora dotan a una "niña doncella, pobre, honesta y decente para religiosa o casada según su elección".

 

Con motivo del funesto terremoto de 13 de mayo de 1784, el cronista mistiano Juan Domingo Zamácola levanta acta del estado de las iglesias de Arequipa:

 

"la iglesia de la Merced quedó algo rajada, así mismo su torre, pero una iglesia que servía para dar culto a Nuestra Señora del Consuelo, Patrona y Protectora de esta ciudad, se vino al suelo, quedando su altar mayor sin haber padecido ruina, y ha sido muy notable el que habiendo tenido esta soberana Señora la corona bien ajustada a la cabeza con un tornillo, hubiese caído al suelo, quedando la Soberana Señora sin lesión alguna en su rostro y cuerpo".

 

Este nuevo portento motivó un nuevo acercamiento del pueblo a la que sentía entrañablemente como su Madre, sacando su imagen en solemne procesión por las calles principales de la ciudad.

 

Con fecha 17 de octubre de 1792 el Cabildo de la ciudad solicita al Prelado Mons. Pedro Chávez de la Rosa permiso para sacar la imagen en procesión ante la pertinaz sequía que sufría Arequipa. Los términos son muy elocuentes para calibrar la raigambre de la devoción:

 

Ilmo. Sr. La deplorable situación en que haya esta ciudad, acometida generalmente de graves males que están ocasionando frecuentes muertes y que se atribuyen a la casi absoluta falta de lluvias ha motivado que este Ayuntamiento resuelva implorar la divina misericordia por medio e intercesión de la Santísima Virgen María Nuestra Señora, venerada bajo la imagen y título del Consuelo en el Convento de san Pedro Nolasco dista ciudad, sacándola procesionalmente en forma de rogativa el domingo veintiuno del que rige por la tarde, a hora regular, para que el lunes siguiente por la mañana se le cante una misa solemne en la santa iglesia catedral y en la tarde del mismo día regrese a dicho convento en igual forma para que allí siga el novenario que se ha resuelto costear a expensas de la piedad cristiana de los fieles. Nada de esto puede hacerse ni conseguirse si la bondad de V.S. Ilustrísima no se sirve prestar la venia necesaria que pide y espera el Ayuntamiento y el que V. S.I ilustrísima, si gusta se digne autorizar todos o cualesquiera de estos actos como se lo suplica y juntamente el que ellos se acompañen de las plegarias generales con lo demás que VS.I. Ordenase y que el Ayuntamiento se promete con el aviso que sobre todo espera. Nuestro Señor guarde a V.S.I. muchos años. Arequipa, 7 de octubre de 1792. Antonio Sánchez Corbacho. Francisco Joseph de Rivero y Benavente. Francisco Javier Menéndez y Salazar. Agustín de Abril y Olazábal. Juan José García de Larrea. José Zegarra. Juan de Dios López del Castillo. Lucas de Ureta. Francisco Zegarra y Corvi. Juan Basilio de la Flor. Miguel Tadeo de Córdoba".

 

A la carta contestó favorablemente el Obispo, el 19 de octubre de 1792, Monseñor Pedro José, Obispo de Arequipa"[14].

 

El 26 de junio de 1797 el Ayuntamiento de Arequipa pidió al Rey de España permiso para erigir en Cofradía la obra pía de Nuestra Señora del Consuelo. Carlos IV, por Real Cédula de 10 de abril de 1798 mandó que en conformidad de la ley 25 de los Municipales se presentasen todas las diligencias al Gobernador Intendente para su conocimiento e informe y el expresado Intendente el 10 de febrero de 1803 presentó al Síndico Procurador General, las diligencias practicadas informando que tras una detenida revisión no ponía reparo para la erección de la cofradía y aprobación de sus constituciones.

 

El mismo monarca, en otra Real Cédula, Aranjuez 11 de junio de 1804, ordena al Virrey y Audiencia de Lima, al Gobernador Intendente de Arequipa y a los demás tribunales y jueces seculares; y ruega al Obispo, Deán y Cabildo de la Catedral de Arequipa, así como a los jueces eclesiásticos a quienes tocase que cada uno en la parte que respectivamente le corresponda no impida el establecimiento de la expresada cofradía ni el uso de las constituciones que van insertas"[15]

 

4. Patrona de la Municipalidad

El Cabildo de la Ciudad Blanca de 5 de febrero de 1804 aporta datos interesantes sobre la imagen y su cofradía. Presenta Francisco José de Rivero y Benavente, Regidor perpetuo del Ayuntamiento y su Síndico Procurador, como mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Consuelo

 

que bajo de esta advocación se venera en la Iglesia del Convento de Redentores Mercedarios de la misma la cédula dada en Aranjuez a 11 de junio de 1804 en que Su Majestad que Dios guíe la erige formalmente en cofradía, aprobando las constituciones en ella insertas, declarando el Patronato a favor de este Ilustre Ayuntamiento y presidiendo en sus juntas el Señor Gobernador Intendente u otra persona en su nombre que se obedeció como debía y se mandó archivar en los Libros del Cuerpo. Y para que tenga su más puntual cumplimiento y llegue a noticia del público sacádnose dos testimonios de ella, uno para el Gobernador Intendente y Vicepatrón Real de la Provincia y otro al Señor Gobernador Eclesiástico con los oficios de estilo, pasándose igualmente oficio de urbanidad por el propio señor mayordomo al R.P. Comendador del Convento de Mercedes, noticiándoles que el martes 12 del corriente ha determinado este cuerpo asistir solemnemente a la Misa que se dedica a la Divina Señora a efecto de que se haga pública la gracia de S.M. llegando de este modo la noticia a los habitantes de esta ciudad y para que se cerciore su Paternidad Muy Reverenda y ponga la constancia debida al establecimiento que se ha confirmado verificándose luego que se concluya la función[16]"

 

La Municipalidad, el 17 de febrero de 1831, solicitó que habiendo comenzado el 12 la Novena de la Virgen, se permitiese el último día una procesión de penitencia a fin de rezar por la lluvia tan necesaria. El obispo accedió y los labradores vieron sus esperanzas colmadas. De tal manera, que al año siguiente, el Prefecto D. Pío Tristán volvió a solicitar la salida procesional de la imagen y le fue concedido, efectuándose la rogativa el doce de enero.

 

Tres años después, 1834, con motivo de la fiesta, pronuncia el SERMÓN PANEGÍRICO DE NUESTRA SEÑORA DEL CONSUELO, el P. Fr. José Lucas Barranco, Presentado en Teología y Comendador actual de la Merced de Arequipa, que fue nominado prelado de Arequipa en 1866. Escogió como tema la frase bíblica "Elegí  este lugar para mi habitación" (Paral. 2°, c.7, 12), que glosa de forma admirable, recogiendo el significado teológico espiritual y la piedad popular de los fieles:

 

María fue presentada en el templo y la providencia del Sr. nos ha enriquecido con la imagen que nos recuerda este misterio. Providencia de mi Dios, cuáles habrán sido vuestros designios en esta conducta. Consoladora divina, por qué rasgo de amor habéis elegido vuestro lugar para tu morada. Señores, las obras contestan por María. Sí, los favores que nos ha dispensado son el idioma más claro con que nos da a conocer el objeto primero de su dignación. Ellas nos dan testimonio de la grandeza de su nombre, de la abundante profusión de sus misericordias, del poder de su brazo, y de la extensión de su bondad. Lo diré de una vez: María, por una dignación especial fijó su morada en Arequipa para bien de sus habitadores. Entrad conmigo en esta reflexión y sed favorables a una idea tan interesante a la gloria de Dios, a la beneficencia de María y a vuestro propio honor. A costa de muy poco trabajo voy a haceros ver que desde el momento feliz en que esta Sagrada Imagen pisó este lugar no ha cesado de desplegar en favor de sus habitantes un cúmulo de bienes de todas clases. Esto será bastante para haceros entrar en reflexiones que estimulen vuestro celo y reanimen vuestra piedad[17].

 

5. Nuestra Señora del Contentillo. Gracias y favores

 

De la confianza filial que los fieles de Arequipa depositada en esta imagen hablan muy a las claras los términos en los que está redactada la novena. En primer lugar hay que recordar que debido a los contentos y gozos recibidos popularmente se le llamó "Nuestra Señora del Contentillo". Fue aclamada como "patrona y protectora de la ciudad", "El Propiciatorio a quien ocurre la ciudad en todas sus necesidades". Alguno de los prodigios a ella atribuidos[18]:

 

- 1702 La Ciudad sufría una pertinaz sequía que causaba la muerte del ganado y el perjuicio de las cosechas. Sacaron la imagen en procesión y cuando se acercaba a la plaza se cubrió el cielo y llovió a chaparrón, debiendo aligerar el paso para guarecerse en la Catedral[19].

 

- En 1721 se encontraba la Ciudad oprimida de una "mortífera epidemia que amenazaba estrago a toda la ciudad"; acudieron a la "Virgen del Consuelo como a único refugio y sacando su imagen en solemne procesión, desterrando el apestado aire, quedaron todos libres y los enfermos sanaron del contagio".

 

- En 1734 "siendo las lluvias tan crecidas causaron en las haciendas grande estrago, amenazando total ruina, especialmente en el puente tan necesario a la ciudad, viéndose los habitantes en tanta aflicción, ocurrieron a la Madre del Consuelo y sacándola en procesión, a su vista huyeron las nubes y cesó la lluvia, quedando descubierto el cielo, para que el sol secase los edificios casi demolidos por el agua y fortaleciendo el puente, pues bajó el río de tal modo que se pudiese reparar el destrozo de las avenidas".

 

- 1768. Cuando blanqueaba la media naranja, un día martes dedicado al culto de la imagen, se cayó de una elevada cornisa pero no llegó al suelo pues milagrosamente quedó suspendido en el aire, dándole tiempo a confesarse con un sacerdote y ser salvo; pues aunque "dio de cabeza con algunas piedras, y con las circunstancias de ser corpulento, no padeció lesión alguna".

 

- Un criado del Prelado del Convento, mientras se fabricaba la media naranja de la Capilla del Consuelo, se hundió por la cimbria, cayéndose el joven entre los escombros, y cuando fueron a buscarle para darle cristiana sepultura, se dieron con la sorpresa de ser encontrado sin ninguna lesión[20].

 

- Un hombre fue apuñalado salvajemente por un "feroz puñal carnicero" y no encontrando otro auxilio que en el Cielo invocó a la Virgen Madre del Consuelo y pudo sanarse.

 

- Un niño se quedó completamente ciego. Sus padres le arrojaron a sus plantas y, al volver a casa, empezó a ver con claridad. Tanto que pudo estudiar e incluso ordenarse como sacerdote.

 

- 1832, 4 de enero, fue curada doña María de Goyeneche y Barreda, hermana del célebre obispo de Arequipa, tal como atestiguó su propio hermano ante el Dr. Menaut, Vicario General de la Diócesis.

 

El propio V.M. Barriga da testimonio de ver en su niñez una procesión de penitencia el año 1905 "no sé por qué motivo y es la última vez que su imagen ha recorrido las calles de Arequipa[21]". No sería la última, pues el P. Rubén Vargas menciona otra procesión penitencial posterior, para 1924, en que se rogaba por la solución pacífica en la cuestión fronteriza peruano-chilena.

 

El P. Barriga confiesa ignorar la fecha última de la Cofradía y su deseo de hacer revivir la Cofradía. Parece que en los últimos tiempos lo fueron miembros de la Familia Goyeneche, quienes quedaron como mayordomos y responsables de los bienes y alhajas en 1838; Juan Goyeneche satisfizo 102 pesos a la cofradía de Nuestra Señora del Consuelo y después del terremoto de 1866, con motivo de la inseguridad de la iglesia por estar caídas sus paredes, don José A. Vivanco, apoderado de la familia, firmó un recibo en los siguientes términos:

 

"Como encargado del señor don Juan Mariano de Goyeneche, Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Consuelo, he recibido del R.P.Fr. Miguel Henríquez, Sacristán Mayor de la Iglesia de la Merced, la custodia del altar de Nuestra Señora del Consuelo que pertenece a este convento con su cruz y un botón de diamantes engarzado en la propia custodia...habiéndome entregado antes el mismo R.P. Fr. Miguel Henríquez 13,5 libras de chafalonía de plata de la peaña y candelejas de la Virgen y a petición de dicho Padre doy este recibo. Arequipa, 12 de enero de 1869. José A. Vivanco."

 

Aun en 1918, la familia Goyeneche seguía sosteniendo el culto de Nuestra Señora del Consuelo mediante su administrador el doctor don J.L. A. Vivanco, mandando celebrar una misa cantada todos los martes del año, las ferias de Cuaresma y una festividad el 21 de noviembre con vísperas solemnes seguidas de un novenario de misas cantadas.

 

El Papa Benedicto XV por medio del Breve "Omnium saluti", 10 de julio de 1927, declara privilegiado el altar de la Virgen del Consuelo.

El culto debió seguir en aumento como se desprende de la crónica periodística de 13 de febrero de 1925, con motivo de las rogativas para que cesasen las calamidades de las lluvias; en el mismo se incluye una nota de Monseñor Holguín del tono siguiente:

 

"Hace días que dispuse que las Comunidades religiosas de uno y otro sexo hicieran rogativas para aplacar a la Justicia Divina, mas viendo que esta calamidad pública no cesa, he dispuesto que el domingo 15 a las 10 a.m., se conduzca en procesión de penitencia a nuestra S.I.C. la imagen de la Santísima Virgen del Consuelo que se venera en el Templo de la Merced. En el trayecto se cantarán las preces que el Ritual Romano pone "ad postulandam serenitatem", llegando la procesión a la Catedral. Un orador sagrado dirigirá la palabra a los peregrinos, se cantará la Salve Regina, se celebrará una misa entera".

 

Da fe, entre otros, de estos hechos el P. Saúl Peredo, quien escuchó de las señoras encargadas de vestir a la imagen, que la lluvia provocó grandes estragos en la población, llegando a perecer varias personas. Sin embargo, un día después de sacar en procesión a la Virgen, se despejó el cielo y volvió a reinar la bonanza en la campiña arequipeña[22]. Este mismo autor se hace eco de los testimonios de muchos fieles acerca de los prodigios extraordinarios obrados en sus vidas por la venerada imagen, llegando a escribir en 1963 lo "floreciente de la piadosa devoción" y cómo se le tributan muy solemnes cultos; tanto es así que "el católico pueblo arequipeño, juntamente con sus autoridades, lo mismo que los superiores de la Orden Mercedaria, elevarán su petición a la Santa Sede en un futuro muy próximo para impetrar la coronación canónica con diadema de oro de esta veneranda y antiquísima imagen de Santa María del Consuelo, en reconocimiento de los beneficios recibidos de tan celestial Madre"[23]

 

El 15 de septiembre de 1993 se talló y colocó un nuevo retablo para la Virgen del Consuelo y san Pedro Nolasco. Se talló en cedro siendo comendador el P. Eleuterio Alarcón quien lo bendijo ese mismo día. Reza la siguiente inscripción:

 

"Padrinos: Víctor Zamorano Delgado, Lourdes Villa de Zamora, Patricia Delgado de Pardo, Salomé Lazo Cornejo, Raúl Postigo Villa, Sonia Díaz Acuña, Francisca Rodríguez de Zegarra, Maximiliana de Pariente, Luis A. Talavera Chávez. Obra realizada por las instituciones Venerable Orden Tercera de la Merced, Señora Isolia Ugarte de V. Secretaria: Sta. Emilia Ballón D. Tesorera: Srta. Salomé Lazo C. Coordinadora: Sta. Lidia Cornejo C. y con la colaboración de todos los miembros de la Pía Unión de san José".

 

6. La colaboración de la familia Goyeneche

 

Del afecto que el Arzobispo Goyeneche le profesaba se tienen varias muestras. Así en la Razón de las existencias en los baúles de equipaje del Ilmo. Sr. Arzobispo, en el baúl catalán n. 14 aparece "una imagen de Nuestra Señora del Consuelo en su estuche". En el baúl de baqueta n. 9, cinco novenas de Nuestra Señora del Consuelo.

 

P.J. Rada y Gamio en su monografía El Arzobispo Goyeneche de comienzos de siglo aporta nuevos datos sobre su protagonista. En todo tiempo fue esa bella advocación la que mereció la devoción del Obispo Goyeneche. Sus premios y triunfos de colegio se los ofrendaba. Uno de sus actos académicos se realizó delante de su imagen. Llamó a su Palacio Episcopal el "Palacio de Nuestra Señora de la Presentación".

 

Juan Mariano de Goyeneche levantó a la Virgen de la Presentación una hermosa capilla en Tingo, a cuyo costado pasa el ferrocarril[24]. También en el Hospital Goyeneche existía una imagen de la Virgen del Consuelo. La familia en pleno eligió a Nuestra Señora del Consuelo por patrona suya. El que en su día fuese titulado como mejor hospital de América del Sur y costeado íntegramente por los Goyeneche, fue inaugurado en 1912 con el título de "Hospital de Nuestra Señora del Consuelo", siendo apadrinado por el Papa san Pío X.

 

Otro entrañable testimonio nos lo proporciona la carta enviada por José Manuel de Goyeneche a sus hermanos notificándoles la muerte de su hermano Mariano en Burdeos:

 

"Inundado de lágrimas al reconocer el lecho de Mariano, sin encontrarlo, me postré a los pies del Crucifijo de nuestra tía Josefa, que Mariano tenía y, abrazando a la Consoladora, le entregué mi corazón, mi suerte, mi vida y pedí por vosotros dos, amorosos vástagos de mi corazón, único consuelo que me queda[25]"

 

El P. Barriga transcribe una carta de Juan Mariano de Goyeneche[26] de París, 8 de diciembre de 1890, dirigida al R.P. Manuel Bernedo:

 

"Por encargo de mi hermana doña María Josefa escribo a V.P. esta carta para anunciarle el envío del pavimento en mármol de Carrara, blanco y azulado de primera clase, que regala a la Iglesia de ese Convento, a fin de reemplazar con él, el antiguo de sillares y ladrillos que en ella existía. Recíbalo V.P. y toda su Venerable Comunidad, como un obsequio hecho a esa Iglesia, de la que conserva toda nuestra familia tan santos y dulces recuerdos y ofrézcalo a nuestro Amo Jesús Sacramentado y a su Purísima Madre María Santísima del Consuelo, como un pequeño tributo del entrañable amor que le profesa la donadora. Para hacer esta ofrenda suplicamos a V.P. que diga una misa rogando en ella por la intención de mi citada hermana".

 

Recuerda este donativo una lápida en mármol, colocada en el primer arco que da a la nave izquierda del templo entre el presbiterio y el altar de Nuestra Señora del Consuelo, en la que se lee:

 

"A la mayor honra y gloria de Dios uno y trino, en honor de la Inmaculada Virgen María del Consuelo y para ornato de su santo templo. Dedica este pavimento en mármol María Josefa de Goyeneche y Gamio. Año 1890".

 

Cerca del templo de Nuestra Señora de la Merced, en la iglesia del Santísimo Sacramento, en la calle Palacio Viejo, construida también por iniciativa de doña María Josefa de Goyeneche y Gamio, hay una espléndida vidriera dedicada a Nuestra Señora del Consuelo, ubicada en el presbiterio, según se entra por la puerta principal a la izquierda.

 

7. La celebración de la novena

 

Por más de 400 años los fieles de Arequipa han venido rezando la novena en honor a Nuestra Señora del Consuelo, en su misterio de la Presentación, celebrado litúrgicamente el 21 de noviembre. Sabemos que, al menos, en 1897[27], se reimprimió la novena redactada por un Padre Mercedario y costeada con fondos de la benefactora María Josefa de Goyeneche y Gamio[28]. Las 32 páginas, bien manoseadas por el uso, se inician con una sentida dedicatoria "a Jesucristo Crucificado del Auxilio", que se venera en la Capilla de Nuestra Señora del Consuelo en la Iglesia de la Merced. Tanto la oración inicial como la que se incluye en cada uno de los nueve días, tiene muy presente el especial patrocinio de la imagen para los tiempos de sequía. Del mismo modo, se refleja claramente en la oración del primer día de la Novena:

 

"Hermosísima Virgen María de Consolación: Refugio de pecadores: amparo de atribulados: total alivio en nuestros conflictos. Ya que la divina misericordia me ha hecho merecedor de tenerte por Patrona y Consoladora, no desmaye tu clemencia en fertilizar mi alma con las copiosas lluvias de la gracia; porque enjuto mi corazón con la sequedad en las virtudes, no se ven en mí más frutos que cambrones, espinas y malezas de culpas en tanto grado, que mientras más favorecido estoy de tu clemencia, más obstinado me hallo en mis maldades. Lluevan sobre mí tus piedades, para que reconociendo mi infeliz estado, llore verdaderas lágrimas de contrición. No fuera nuevo en tu piedad concederme este don, cuando en lo material lo tiene experimentado esta Ciudad de Arequipa; pues el año de setecientos y dos, hallándose poseída de tan grande sequedad que los ganados perecían, las mieses se secaban y aun la tierra se abría en bocas, por no hallar humedad con que refrigerar su sed, recurrió a tu misericordia, como a único consuelo: y sacándote en procesión, cuando te acercabas a la plaza, cubriste el cielo (antes limpio) de una nubecilla, que la extendió tu poder e hiciste que despidiese tan abundante lluvia, que con la posible brevedad condujeron tu santa imagen a la iglesia catedral, buscando el numeroso concurso que la acompañaba donde refugiarse, siendo tan copiosa tu misericordia, que corrieron avenidas por algunos días continuados. Extiende, Señora, tu protección sobre mí. Haz que caiga tal lluvia de lágrimas de contrición en mi alma, que destruya mis pecados, se laven todas mis manchas y se fecunde mi corazón, para que sirviéndote en esta vida, merezca verte en la otra, y concédeme benigna lo que te pido en esta Novena, si es para honra de Dios y gloria tuya. Amén. (Aquí se alienta la confianza en la intercesión de la Santísima Virgen y se le pide lo que cada uno necesita; se dirá la Letanía Lauretana y luego la siguiente)

(Como antífona): ¡Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios! Templo del Señor y Sagrario del Espíritu Santo: tú sola sin ejemplo agradaste a nuestro Señor Jesucristo. Haznos dingos, Virgen sagrada, de que te alabemos. Y danos virtud contra tus enemigos.

(Oración): Dios y Señor mío, que a la bienaventurada Virgen María la presentaste en el templo, haciéndola habitación del Espíritu Santo; por su intercesión te pedimos merezcamos ser presentados en el templo de tu gloria. Amén.

Oración final: Dulcísima siempre Virgen María de Consolación: misterioso alivio de esta ciudad de Arequipa; pues te dignaste ser nuestra Patrona y Protectora, eligiendo por casa la de tus Mercedes y Misericordias, para que conociésemos que cuando te nombramos con viva fe, eres consuelo nuestro, tenemos prontas tus Mercedes, ya lo reconocemos, Reina nuestra; pues ninguno que llegó a ti, salió sin feliz despacho. Y pues eres nuestro total consuelo, no permitas, Madre del Verbo Eterno, que nuestros ruegos sean despreciados. Otórganos lo que pedimos, si fuere a mayor honra y gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén".

 

Como podemos apreciar, su autor conjuga ciencia teológica, celo espiritual con los datos históricos, dentro de la frondosa retórica de la oratoria sacra del siglo dieciocho. Pero toda novena no se queda en la simple recitación o el musitado de oraciones escritas. Comprende una especie de misión especial, campaña de fervor, cenáculos semejantes al de Pentecostés de los primeros cristianos, en espera de la gracia de lo alto. Hay visitas a la imagen, oraciones personales, celebraciones litúrgicas acompañadas de la confesión y la comunión, entrega de exvotos y ofrendas. Una nota de gastos de Lorenzo Rojas, mayordomo de la cofradía en 1862, nos da "razón de los músicos que deben asistir a la velada y novenario de Nuestra Señora del Consuelo"[29]. Durante diez días de velada, se contratan seis músicos a ocho reales cada uno en misa y velada: 60. Además, dos cantores para la misa de la novena a cuatro reales cada uno: nueve. Un organista fuellero en la novena a 4 reales 4, 4. Y para las vísperas y fiesta once músicos y cuatro cantores en 35 pesos, y un organista 1 peso, 4 reales. Se ve claramente que se dotó de gran solemnidad al culto de Nuestra Señora del Consuelo.

 

 

8. Conclusión:

           

            Cuando los PP. Mercedarios me encargaron el librito citado de Nuestra Señora del Consuelo, pude constatar el gran afecto de la Congregación por esta advocación mariana. Quiero hacer pública gratitud al entonces párroco de "Nuestra Señora de la Merced", Padre Jorge Capistrán Vargas –q.e.p.d.- quien estampó un precioso poema como pórtico de la obra: «Con todo afecto hoy te recordamos, Madre del Consuelo, para darte gracias por tu protección y compañía ¡Oh Madre del Consuelo! cuántos años te dejamos en el olvido y sin embargo, cuántos años mirándonos con tu amor consolador. Nunca, tus hijos mercedarios podrían olvidarse de tus favores, de tu protección y de tu consuelo»

           

De igual modo, quiero rescatar las palabras del entonces Comendador mercedario de Arequipa, Fr. Richard Gómez Cornejo Muñoz, quien constata con dolor que "con el transcurrir del tiempo, este culto centenario a tan milagrosa imagen, ha decaído notablemente quedando olvidada y relegada a su hornacina situada en la parte superior del altar de San Pedro Nolasco, en la nave izquierda del templo" pero formula votos para rescatar, conservar y propagar su devoción.

 

Sirvan las presentes páginas como apoyo para documentar la historia y devoción de una advocación mariana tan "consoladora" que no podemos dejar morir.

 

9. Archivos y bibliografía:

 

Archivo del Convento de la Merced de Arequipa (AMA): Libro en que se asientan todas las alhajas de Nra. Sra. de Consolación, así las que tenía desde antes, como las que han dado los devotos y las que se han mandado hacer de parte del Convento a diligencia del P. M. F. Domingo Ojeda siendo Comendador de este Convento de Arequipa. Año de 1776

Primer libro de Crónicas (CRON 01)

Archivo Municipal de Arequipa: Libro de sesiones y acuerdos. LAC 03. LAC 26.

BARRIGA, P. Víctor:

"Fragmentos Históricos" en Alborada Mercedaria Arequipa, n°12, 1918

Los mercedarios en el Perú en el siglo XVI IV, Arequipa 1953.

 

BENITO RODRÍGUEZ, J.A.

Nuestra Señora del Consuelo Provincia Mercedaria del Perú, Lima, 1998.

Arequipa Católica, la Roma del Perú. Apuntes históricos Arequipa, 1998.

Mater admirabilis (El rostro materno del Perú) Lima 1999, 1999

 

HERREROS DE TEJADA, Luis El Teniente General Goyeneche, Primer Conde de Guaqui Barcelona 1923,

 

JULIO Y ELIZALDE, P. Juan José: "Nuestra Señora del Consuelo"

 

NOVENA A LA GLORIOSÍSIMA Y MILAGROSA VIRGEN MARÍA DE CONSOLACIÓN, patrona y abogada en todas las necesidades que padece la ciudad de Arequipa y sus habitantes que se venera en la iglesia del convento de San Juan de Letrán del Orden de la Merced, dispuesta por un religioso de dicho orden y hecha reimprimir por María Josefa de Goyeneche y Gamio. Arequipa 1897.

 

PEREDO M., Saúl  Nuestra Señora del Consuelo Manuscrito, Lima 1963, 6 pp.

 

RADA GAMIO, P.J. El arzobispo Goyeneche y apuntes para la historia de Perú Arequipa 1917

 

TRAVADA Y CÓRDOBA, Ventura  El suelo de Arequipa convertido en cielo: Historia General de Arequipa 1958

 

VALDIVIA, Juan Gualberto: "Fragmentos para la historia de Arequipa": Ed. de  BALLÓN LOSADA, H. Estudio Preliminar a Deán --- Vida y obras Editorial UNSA, Arequipa, 1996. Pp.206-207.

 

VARGAS UGARTE, R. Historia del culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más celebrados. Huarpes, Buenos Aires, 1947, 2a. ed.

 

http://www.fatima.pe/articulo


[1] Boletín de la Provincia Mercedaria del Perú N° 10, enero-junio de 1996, Curia Provincial, Lima 1996 pp.181-2.

[2] BENITO RODRÍGUEZ, J.A.  1998 Nuestra Señora del Consuelo Provincia Mercedaria del Perú, Lima.

[3] Ed. de  BALLÓN LOSADA, H. Estudio Preliminar a Deán Juan Gualberto Valdivia. Vida y obras Editorial UNSA, Arequipa, 1996. pp.206-207.

[4] Los mercedarios en el Perú en el siglo XVI IV, Arequipa 1953.

[5] Los mercedarios en el Perú en el siglo XVI IV, Arequipa 1953. p.317 y ss.

[6] TRAVADA Y CÓRDOBA, Ventura  El suelo de Arequipa convertido en cielo: Historia General de Arequipa 1958, S.XXV Signo de Libra. La Sagrada Religión de Nuestra Señora de la Merced.

[7] Archivo Municipal de Arequipa, LAC 03 Libro de sesiones y acuerdos pp.1099-110.

[8] Ibídem f.384 v.

[9] Salió en procesión con motivo de una fuerte sequía. Fue tal la lluvia que los fieles se vieron obligados a guardarla en el templo más próximo que era el de los Franciscanos.

[10] BARRIGA, P.Víctor Los terremotos de Arequipa: 1582-1868: Documentos de los Archivos de Arequipa y de Sevilla, Sevilla 1940. p.183.

[11] Fray Diego de Ocaña, Viaje por el Nuevo Mundo: de Guadalupe a Potosí, 1599-1605. Edición crítica de Blanca López de Mariscal y Abraham Madroñal. Universidad de Navarra. Iberoamericana. Vervuert. 2010

[12] R. Vargas Ugarte Historia del culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más celebrados. Huarpes, Buenos Aires, 1947, 2a. ed. pp.588-591.

[13] Archivo General de Indias, Indiferente General, 154-2-12.

[14] Archivo Municipal de Arequipa. LAC 13, fol.330.

[15] AMA, Cédulas Reales

[16] LAC 26, 1804, pp.40-40v.

[17] AMA, Sermones manuscritos

[18] En la Novena a la gloriosísima y milagrosa Virgen María de Consolación, patrona y abogada en todas las necesidades que padece la ciudad de Arequipa y sus habitantes que se venera en la iglesia del convento de San Juan de Letrán del Orden de la Merced, dispuesta por un religioso de dicho orden y hecha reimprimir por María Josefa de Goyeneche y Gamio. Arequipa 1897. Cada uno de los días de la novena se incluye un hecho histórico prodigioso.

[19] El P. Barriga coloca este prodigio en 1792. "Padecía la Ciudad una gran sequía por la que el campo se secaba y los ganados perecían. Sacó en procesión a la imagen y cuando se acercaba a la plaza se cubrió el cielo de una nube que se extendió con rapidez y provocó una lluvia abundantísima".

[20] La novena varía los hechos o cuenta un caso muy parecido al relatado por el P. Barriga. El protagonista sería un niño que "por ciertas niñerías a que la puericia inclina, subió a la bóveda y por una claraboya cayó adentro precipitada, teniéndola todos por muerta; y ocurriendo a tu sagrado amparo y descubriendo tu imagen, hiciste que a tu presencia huyese la potestad de la muerte, respirando el niño y quedando bueno sin más lesión que una señal en el cuello; dándole larga vida y licencia para que tomase el hábito y llegase a subir a la dignidad de sacerdote". p.18.

[21] Este eximio historiador y celoso religioso mercedario mantuvo una viva devoción a Nuestra Señora del Consuelo. Así nos lo recuerda quien fuese bibliotecaria del Convento, Yovanna Esquibel: "El P. Barriga fue devoto de la Virgen del Consuelo, cuya escultura que data del siglo XVI se presentó en esta exhibición, bellamente ataviada y con su luciente corona de plata" Centenario del nacimiento del historiador R.P. Víctor M. Barriga, O. de M. (1891-1991) Provincia Mercedaria, Arequipa 1995, p.230.

[22] Manuscrito del P. Saúl Peredo, O. de la M., Lima, 10 de julio de 1963, 6 pp.

[23] Ibídem.  p.6.

[24] Parece que se ha perdido esta devoción y se ha cambiado por la del Carmen.

[25] Herreros de Tejada, Luis El Teniente General Goyeneche, Primer Conde de Guaqui Barcelona 1923, p.450.

[26] Oración fúnebre del Excmo. Sr. Juan Mariano de Goyeneche por el P. F.Cabré, Arequipa 1924.

[27] La que hemos podido consultar perteneció a Julia Chávez Velando.

[28] El Ángel de la Caridad. Oración fúnebre de la Excma. Srta. María Josefa de Goyeneche y Gamio por el P. Fco. Cabré, Arequipa 1927.

[29] Hoja suelta encontrada en el Archivo del Convento de la Merced de Arequipa.