miércoles, 30 de septiembre de 2015

 P. ANTONIO MARÍA ARTOLA, CP El cantar de los cantares  
Lima 2015, 214 páginas

PVP: 8 soles

Presentación: Martes trece de octubre,  7 p.m. Patio de la Parroquia Virgen del Pilar, Av. V.A. Belaunde 190, San Isidro 

¡Felicitaciones y muchas gracias P. A.M. Artola por compartirnos su ciencia y su amor por el Señor a través de la Sagrada Escritura! 

PALABRAS DE INTRODUCCIÓN

El amor ensalzado por el Cantar no es el amor que en el matrimonio une al esposo con la esposa. No es el amor del novio a la novia. Es simplemente el amor que une al varón con la mujer haciendo de ambos al "hombre" tal como lo quiso Dios, a imagen de su ser único.

El amor del Cantar no es ni matrimonial ni célibe. Es el amor anterior a estas formas de nuestra vida afectiva actual, condicionada por la caída original. El amor del Cantar es el de Adán y Eva en su inocencia.

En este libro inspirado, todo lo es el amor, como debió de serlo en la vida del paraíso. Ni el matrimonio, ni la fecundidad ni las demás realidades esencialmente conexas con el amor aparecen en él de primer intento. Más bien se adivinan como alusiones de fondo en las vivencias narradas. Lo que en todo momento aparece como primero y más de intento pretendido es el amor. Siempre el amor: en las más diversas formas de expresión, en reiterativas descripciones y repetidos tonos, siempre el amor y solo el amor. Pero el amor humano forma una misteriosa trinidad (amante, amado, amor) desde la cual es posible la elevación a la vivencia del amor trinitario creado (la inhabitación sobrenatural por la gracia), y la inmersión del alma en el mismo amor increado intratrinitario.

El Cantar se puede leer desde  esos tres amores tres amores: el amor humano natural, el amor sobrenatural creado, el amor divino increado.


El Cantar  es el libro

del amor  entre Dios

 y su imagen creada.

De la nada y de la esencia del Dios- amor.

salió  el universo creado,

 y en  él grabó la ley del amor.

 

 Todo nace en y del amor.

 Todo camina hacia el amor.

 Todo se consuma en el amor.

 

En el desposorio del alma,

el amor es  su principio,

su fin, su código vital,

y su ocupación  perdurable.

El Cantar es un libro que describe en forma inimitable el misterio central de la religión cristiana que es el amor. La esencia de Dios es amor. En esa esencia, el Padre es amor, y en amor engendra al Verbo. El Verbo, en la esencia amorosa de Dios, es también amor, y en amor responde a su engendrador llamándole ¡Padre!... El Espíritu Santo es también en la única naturaleza divina, amor y, como tal, une en abrazo inseparable al Padre y al Hijo. En amor sacó la Trinidad, de la nada, al universo creado, y en el corazón de su obra grabó la ley del amor.

La imagen más perfecta del Dios-Amor es el hombre personalizado como varón y mujer.

La historia de salvación es una historia de amor. La alianza de Dios con su pueblo fue un acto de amor. Un don amoroso y personal fue la Encarnación. Por amor se entregó Jesús a la muerte en favor de los hombres... La ley que promulgó fue la del amor por encima de todo: a Dios y a los hombres. En amor se une Cristo a su Iglesia. Todo nace en y del amor. Toda camina hacia el amor. Todo se consuma en el amor.

Si la vida consagrada es una forma radical de vivir el cristianismo, el amor ha de ser su principio, su fin, su código y su ocupación en todo momento.