lunes, 27 de marzo de 2017

SANTA ROSA DEL PERÚ

La comedia de Agustín Moreto y Pedro Lanini y Sagredo estrenada en el año de su canonización

La obra conmemora la beatificación de la mística y terciaria dominica Rosa de Santa María (1568-1617) y se publica en 1671 en la "Parte XXXVI" de las Comedias escritas por los mejores ingenios de España, el mismo año de la canonización de Santa Rosa de Lima como la primera santa americana. Su representación formó parte de los festejos religiosos que se celebran en España y el Perú en honor a la nueva patrona de América y Filipinas.

La protagonista, Rosa de Santa María, es un personaje complejo, dócil a la Iglesia en los aspectos espirituales de su vida, pero rebelde al tiempo contra la sociedad patriarcal. A pesar de ello, su valentía en la castidad y la perfección espiritual cobran un claro sentido social y político en la obra; su defensa de la fe católica en el Perú virreinal se convierte en el símbolo más visible del carácter misional de la obra de España en el Nuevo Mundo. Como es de esperar en este tipo de obras teatrales del Siglo de Oro español, el diablo se opone a la llegada y la expansión de la religión católica en el Nuevo Mundo, que antes de la llegada del Evangelio representa la morada tradicional de la herejía, las tinieblas y la idolatría. Así aparece en otras comedias como El nuevo mundo descubierto por Colón de Lope de Vega o  La aurora en Copacabana de Calderón de la Barca.

Los dos dramaturgos caracterizan la cultura criolla —representada en este drama por Rosa de Santa María— como una extensión directa del mundo europeo, una realidad que se manifiesta sobre todo en la decisión de Rosa de adoptar a Santa Catalina de Siena como su modelo espiritual El mundo indígena, en cambio, se relaciona exclusivamente con el personaje del demonio, de modo que la cultura americana aparece como un elemento que se tiene que extirpar para siempre para asegurar el triunfo de la fe.

Comienza la obra al son de la música y una canción que servirá como motivo central:

"Ser Reina de las Flores,

la Rosa es la común,

y de las Reinas, Reina

la Rosa del Perú.

Teniendo a Lima el cielo

envidia de su luz,

trocaron sus Estrellas

el nácar al azul.

Engrandézcase el Perú,

si la plata le enriquece,    

que la Rosa le ennoblece

con belleza y con virtud."

Celebrad su nombre, amigos,

y de esta Rosa el aplauso

nunca cese, pues por ella

en Lima es perpetuo el Mayo.

Celebrad a Rosa, que hace

Cielos de Lima los Prados,

pues su hermosura empobrece   

toda la luz de los Astros.

 

Moreto, sin embargo, presenta a los confesores de Rosa como autoridades inapelables que la protegen de la Inquisición porque aceptan la vocación espiritual de la terciaria limeña. Según "Gaspar, El Doctor Juan del Castillo, y el Maestro Lorenzaana, que del glorioso Domingo son las Antorchas más claras, y toda su Religión aprueba, admira, y ensalza su vocación por segura, y para más confianza también de la Compañía de Jesús a examinarla han venido los Maestros de más letras y más fama, y todos están conformes".

El demonio no puede por menos de proferir lamentos: «Ya voy rabiando de verme / por una mujer vencido», lo cual indica que sigue su lucha contra Rosa.

Fiel al relato de la vida de Rosa escrita por el dominico L. Hansen, Moreto y Lanini presentan escenas de la unión mística de la santa con la Virgen y con el niño Jesús, y además repite un episodio en que Rosa pronostica que le va a llegar un regalo de chocolate de la casa de don Gonzalo de Maza

Sin duda alguna, la escena más importante de la primera mitad del tercer acto es la defensa que hace Rosa de la ciudad de Lima ante la amenaza de un ataque naval por parte de una armada holandesa. Aunque cunde el pánico en Lima por este ataque calvinista, Hansen indica que Rosa, en vez de sumirse en el miedo y la desesperación, se alegra porque cree

La última escena de Santa Rosa del Perú entonces indica que ya no es sólo una «débil muger» la que defiende la fe en América, sino que —como consecuencia del sacrificio y el martirio de Santa Rosa— Jesucristo y su corredentora la Virgen María son los que aseguran el triunfo del catolicismo en el Perú virreinal.

Según esta visión idealizada del Perú virreinal, Rosa de Santa María alcanza la santidad mediante la dedicación absoluta al amor espiritual y a la imitación de la pasión de Jesucristo. Y gracias a este sacrificio, se defiende no sólo un imperio político en el Perú, sino también un reino religioso bajo el dominio de Jesucristo.

De modo solemne termina la obra: Mientras están cantando, se suben a lo alto los tres romeros como están, y el NIÑO JESÚS siempre sobre la Santa ROSA, y el ÁNGEL custodio arrimadoa la Santa de rodillas, y canta el ÁNGEL segundo

ÁNGEL 2:   Dios para sí se lleva

del Rosa de la vida

la Rosa del Perú,

el asombro de Lima.

GONZALO: No sintáis, señor, su muerte,

pues para Dios resucita.

JUAN: Y para que algún consuelo

tengáis, mi hacienda os dedica

mi fe, que yo religioso

en la orden dominica

me he de entrar.

BODIGO: Y yo luego.

JUAN: Y aquí, senado, la vida

de la Rosa del Perú

da fin a sus maravillas.

 

Para ver la obra completa: http://www.comedias.org/moreto/strosa.html;

http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/6481/2/santa-rosa-del-peru-comedia-famosa-de-don-agustin-moreto/